marzo 19, 2020 2 min read

Hoy Disney es el modelo a seguir de merchandising y marketing. Además de películas tienen un imperio corporativo de producción, distribución y venta de merchandising asociados con sus largometrajes y sus personajes. Pero aún los gigantes nacen pequeños. 

Para el final de la década de los años 20s, Walt Disney creó a Mickey Mouse pilotando un avión en una película animada en blanco y negro, nadie hubiera imaginado que esto fuera a revolucionar la industria del cine sino que iba a inventar el merchandising. Lo último sucedió como una reacción a una crisis, un hombre de negocios buscó a Disney para pedirle el uso del ratón bajo licencia para artículos escolares. Sin ninguna duda firmó el contrato por 300 dólares y dio lugar al primer acuerdo de merchandising. Esto le ayudó no sólo con dinero en la bolsa, sino que le abrió los ojos a que si explotaba sus personajes podía hacer mucho dinero que luego usaría para financiar sus películas y que estos productos ayudaban a hacer más famosos a sus personajes y marca. 

En 1933 se creó uno de los productos más famosos y exitosos para la marca, de la mano del fabricantes de relojes Ingersoll (posteriormente Timex) hicieron un reloj muy barato para niños con Mickey Mouse en la caratula y las manecillas eran los brazos del ratón. Este producto fue el que hizo que las dos marcas tanto Disney como Ingersoll pudieran sobrevivir la gran depresión. 

Fue en los años 70s que los fans tomaron sus Rolex y los personalizaban poniendo en la caratula el famoso dibujo de Mickey Mouse, la marca ha tenido que salir a dar declaraciones más de una vez que esos relojes no son originales, es decir que era un producto original que más adelante era modificado por terceros. Pero el impacto de la imagen del ratón ha sido tal que aún relojes de lujo han sido expuestos a tener a Mickey Mouse, probablemente como una nostalgia de sus dueños de aquel reloj que tuvieron de pequeños. 

Hoy esos relojes de Mickey antiguos valen miles de dolares convirtiéndose en artículos de colección y que se han escrito libros sobre ellos. Hoy Timex ha cambiado, Rolex ha cambiado y el único que sigue igual es Mickey Mouse. Mucho que aprender de merchandising de un visionario con hambre.